viernes, 9 de enero de 2015

¿Cuál es la edad ideal para tener hijos?

Tener hijos es más difícil de lo que parece y la primera decisión llega con la planificación, ¿cuál es la mejor edad para tener hijos?. Una vez más se cumple el principio de que la virtud está en el medio. Ni joven ni viejo, la mejor edad para tenerlos son los 30. (Al menos así lo pienso yo)


En otras generaciones como las de nuestros padres  no existía este dilema, simplemente no se elegía. Los niños se tenían y punto y mejor más pronto que tarde. Ahora queremos disfrutar de la experiencia de la paternidad plenamente y buscamos el momento más oportuno.


Ante todo reconozcámoslo, este no es un debate para todos. Lamentablemente, tener hijos es cada vez más difícil así que para muchos la posibilidad de una paternidad sólo llega en la mediana edad asegurados unos ingresos estables y suficientes. Así que si seguís leyendo probablemente sois de los afortunados que puedan escoger el momento de la paternidad. 

El primer consejo es estar preparado, así, tal cuál. Desde luego no he inventado la penicilina, pero esta observación no es tan evidente como parece viendo algunos especímenes por ahí. Vosotros lo sabéis mejor que nadie, un hijo no es un muñeco ni un juguete ni una mascota que se pueda devolver o regalar al vecino. Un hijo es la mayor fuente de satisfacción pero también una de las mayores causas de preocupaciones. Para lo bueno todos estamos preparados, pero ¿lo estáis para lo malo?. Lo descubriréis muy pronto, en los primeros meses de vida del bebé se os olvidará como era el placer de dormir toda una noche sin interrupciones.


La concienciación. Esta es la principal ventaja de los padres veteranos. La madurez es una virtud que algunos no alcanzarán ni de mayores aunque se tiene más probabilidades de conseguir con los años. Lo más conveniente es tener hijos cuando ya has agotado la fiebre del sábado noche y salir de marcha ya no forma parte de tus prioridades. Este es el mayor obstáculo de los padres muy jóvenes que pueden padecer el síndrome del game over, fin de partida. (No busques en internet, esta expresión me la acabo de inventar pero ya me entendéis). 


Foto: Etolane

El tiempo acaba por curarlo todo y aquí ofrece una jugosa compensación a los padres más tempraneros. ¿Os imagináis a los 40 liberados para ir al cine, cenar o incluso viajar cuando los demás empiezan con los primeros pañales?.


Pero madurez no es sólo asumir que vas a salir menos que el sol en invierno, es aplicar el sentido común y la prudencia. El bebé es frágil y además no habla así que tendrás que anticipar los problemas. La paternidad implica planificación constante y aceptar que tu tiempo es menos libre que nunca. Lo más importante es que la madurez debería prepararte para soportar las frustraciones de la paternidad. Recuerda, un hijo también implica sacrificios y privaciones. Paciencia y aguante serán tus mejores apoyos.


Vitalidad. Aquí los jóvenes son los campeones. Los niños pequeños son unos auténticos terremotos y hay que estar en forma para aguantar su ritmo. ¿Estáis preparados para realizar infinitas series de carreras detrás de ellos? Seguro que os preguntáis cómo pueden correr tan rápido siendo tan pequeños. Y sobre todo, qué fijación tienen con las carreteras. Si pensáis que sois temerarios es que no habéis conocido a un niño. La vitalidad también os permitirá disfrutar más con vuestros hijos jugando sin límites, lo que implica arrastrarse, gatear, escalar. Vamos, lo que se hacía antes en la mili.


Por gusto tendencia o necesidad hoy vivimos el fenómeno del padre-abuelo. Si antes se empezaban a tener hijos desde los 20 años y tú los tienes a partir de los 40 entonces estás teniendo un nieto. A esa edad la paternidad resulta agotadora. En el otro extremo si los tenéis de veinteañeros probablemente os falte serenidad. Incluso podéis sentir que no os tocaba tener hijos y que os estáis perdiendo algo grande sin las peripecias nocturnas de vuestros amigos. Si eso ocurre tenéis un problema no estáis preparados pero tenéis que reaccionar, una vida depende de vosotros.


Los 30 es una mezcla de lo bueno de las otras dos edades, al menos en teoría. Todavía se conserva la vitalidad suficiente para aguantar el tirón de los pequeños y se supone que tenéis cada vez más paciencia y tranquilidad. Además posiblemente la noche os empieza a cansar. 

Y vosotros, ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?

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